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Un representante del beneficiario es una persona que administra los beneficios por discapacidad que el Seguro Social (SSD) entrega a un beneficiario (la persona que recibe las ayudas del SSI o SSD). El representante es responsable por el uso de dicho dinero para satisfacer las necesidades del beneficiario, tales como vivienda, servicios públicos, alimentos, atención médica y dental, cuidado personal, ropa y ocio.

En un caso de discapacidad, la oficina del Seguro Social que maneja el caso del reclamante o el juez administrativo que conoce el caso, decide si la persona a quien se le otorgan beneficios por discapacidad necesita un representante o no. Por lo general, si el beneficiario sufre de una discapacidad mental o una adicción al alcohol o a las drogas, o si es un menor de edad, se le podría pedir que consiga un representante.

¿Qué ocurre si yo, como beneficiario, no quiero tener un representante?

Si la Administración del Seguro Social decide que usted necesita un representante, puede impugnar esa decisión. Usted tendrá que demostrar que puede manejar sus propias finanzas, lo que puede hacer presentando una carta escrita por su médico que indique que su condición ha cambiado y que usted es capaz de administrar su propio dinero. También puede proporcionar cartas escritas por los amigos y familiares en las que se diga que usted tiene la capacidad de cuidar de sí mismo y administrar su dinero. Sin embargo, tenga presente que el Seguro Social podría interpretar esta mejoría en el sentido de que ya no está lo suficientemente discapacitado para recibir prestaciones por discapacidad.

Una vez se tome la decisión, usted puede proponer quién será su representante. Esta persona puede ser un miembro de su familia, un amigo, una agencia de servicios sociales, una residencia geriátrica o cualquier otra organización. Lo ideal sería que el representante fuera alguien que le conozca bien y le vea con frecuencia. El representante propuesto tiene que ser una persona que tenga medios de subsistencia y no tenga condenas por delitos graves. Si no tiene a alguien que pueda ser su representante, el Seguro Social puede pedirle que elija uno de una organización que emplea representantes de beneficiarios.

Consideraciones que su representante debe tener en cuenta

La persona a la que le pida que sea su representante debe considerar detenidamente esa responsabilidad. Los representantes no reciben ningún tipo de honorarios. Se les puede reembolsar por gastos que hayan pagado de su propio bolsillo, tales como las estampillas postales utilizadas para enviar las facturas, y el millaje del vehículo para asistir a las citas médicas. Si una persona acepta ser el representante de un beneficiario, debe notificarlo al Seguro Social y presentarse para una entrevista en la oficina del Seguro Social.

Una vez que haya sido aprobado, el representante tiene que abrir una cuenta corriente o de ahorros, inscribiendo al beneficiario como propietario y a sí mismo como fiduciario. Esto significa que los fondos en la cuenta le pertenecen a usted, pero que son administrados por su representante. Una cuenta conjunta no se puede usar para este propósito porque dicho tipo de cuenta les permitiría a ambos tener acceso al dinero en la cuenta y el Seguro Social determinó que usted no debería poder acceder directamente a ese dinero ni gastarlo.

¿Qué ocurre si sobra dinero?

Al representante se le exige usar el dinero del beneficiario para satisfacer las necesidades inmediatas de este. Cualquier dinero sobrante debe guardarse en una cuenta que devengue intereses para cubrir necesidades futuras. Si usted recibe una "pago único", el representante puede usar ese dinero para mejorar sus condiciones de vida. Por ejemplo, el dinero puede usarse para cosas como un depósito de garantía de un apartamento, un vehículo para ir a las citas médicas, muebles, equipos médicos no cubiertos por el seguro, cuidado dental reconstructivo, y alguna deuda que usted quizás tenga, siempre y cuando no sea dinero adeudado al representante. En este caso, la Administración del Seguro Social tiene que aprobar el reembolso. Si usted recibe SSI, el dinero del pago único se tiene que gastar dentro de un plazo de nueve meses, para no superar el límite de los recursos (más de 2.000 dólares en el caso de una persona o $3,000 si se trata de una pareja).

Otras responsabilidades

El representante tiene que mantener registros actualizados y exactos de los gastos pagados en nombre del beneficiario para poder presentar un informe anual a la Administración del Seguro Social. Estos informes los supervisa dicha Administración y se pueden presentar usando el formulario correspondiente de la SSA, ya sea por correo postal o a través de la página web de la Administración del Seguro Social.

Si un beneficiario considera que el representante no está utilizando el dinero de forma adecuada, puede llamar e informar a la Administración del Seguro Social. Esta investigará el informe del uso indebido de fondos y tomará una decisión, indicando por escrito si hubo o no un mal uso de los mismos. En caso de que haya sido así, se podrá cambiar de representante y la Administración adoptará medidas para recuperar el dinero usado de forma indebida.

Además de los informes sobre sus finanzas que la Administración del Seguro Social le exige presentar, también hay otro tipo de informes que se requiren. Usted debe informar a su representante si:

• Consigue un empleo o deja de trabajar
• Se muda
• Se casa
• Recibe dinero de otra fuente
• Va de viaje fuera de los Estados Unidos por 30 días o más
• Va a la cárcel por un delito que conlleva una condena de más de un mes
• Le ingresan en un hospital
• Solicita la ayuda de otra oficina del gobierno o de la asistencia social
• Ya no está discapacitado.

El representante, a su vez, tiene que notificar a la Administración del Seguro Social si ocurre cualquiera de los supuestos enumerados.

También tiene que notificar a la Administración si no desea seguir representándole a usted. Entonces, esta persona deberá devolver todos los beneficios, incluyendo los intereses y el dinero en efectivo, a la Administración del Seguro Social, que lo transferirá al nuevo representante del beneficiario. Si el beneficiario muere, las prestaciones restantes pertenecen al patrimonio del mismo y deben ser entregadas al administrador del patrimonio. Cualquier dinero recibido durante los meses después del fallecimiento tiene que devolverse al Seguro Social.

¿Qué sucede si quiero un nuevo representante?

Si decide cambiar de representante, tiene que obtener un formulario de solicitud en la oficina del Seguro Social y entregar dicho formulario al nuevo representante, que lo deberá completar y devolver a la oficina del Seguro Social. Este, entrevistará al nuevo representante y, una vez sea aprobado, emitirá un aviso indicando que los pagos se enviarán al nuevo representante del beneficiario. ​

Esta información se actualizó el: Dec 9, 2014